martes, 21 de octubre de 2008

La necesidad objetiva de la estrategia del antiimperialismo

La necesidad objetiva de la estrategia del antiimperialismo

¿Cuál es la necesidad objetiva material de la estrategia política del antiimperialismo?

El presente trabajo, pretende ser el resultado de un análisis necesario sobre la libertad que se dan los autoproclamados marxistas, trotskistas, nacionalistas, entre otros, al enarbolar la consigna del antiimperialismo y adoptarlas como estrategia dentro de su programa. Libertad, que al parecer para los señores, es la libre elección entre el sentimentalismo pequeño burgués y el oportunismo contrarrevolucionario.

El antiimperialismo como estrategia planteada por el estalinismo es una traición a la revolución internacional de la clase obrera, que los partidos obreros del mundo debían de adoptar. Es la negación de las tesis que Lenin plantea para la revolución mundial, y la legitimación política de la degeneración de la burocracia soviética, que mas tarde -como fue previsto anteriormente- produjo la apertura al mercado internacional del capital.

Trostky no obstante haber sido el más consecuente e implacable crítico acerca del giro de la tercera internacional a la muerte de Lenin, adopta el antiimperialismo como estrategia y táctica para la nueva internacional en los países latinoamericanos, la que precisa claramente en su Programa De Transición, programa para la cuarta internacional y todas aquellas organizaciones alrededor y herederos suyos.

Los llamados trotskistas, y aquellos organizados en torno a la cuarta internacional deciden libremente adoptar la consigna y la estrategia del antiimperialismo, en su soñada independencia política de la burguesía internacional, ni siquiera en la independencia del capitalismo, sino de una sus encarnaciones, los grandes burgueses transnacionales. Tal libertad de hacer lo que quieran, parecen estar determinadas por las alternativas que brinda la ideología capitalista, a la que pueden acceder haciendo uso del sencillo sentido común, basada en el sentimentalismo espontáneo, romántico y el amor incondicional a las masas. Esta actitud es el resultado de la ignorancia de las leyes del modo de producción capitalista, las que precisamente pretenden dominar, pero terminan siendo dominados por estas.

La posición del antiimperialismo ya no es posible sostener, carece de justificación desde que apareció la Crítica A La Economía Política, El Capital, de Carlos Marx, en la que proyecta clara y materialmente las premisas concretas en la que se debiera sostener cualquier actuación política que adopte la clase obrera. Entonces debemos pensar que tales posiciones y concepciones han sido inferidas del pensamiento de los señores de la cuarta internacional, mas no de la realidad, del mundo externo, como debería ser. Han pretendido en su práctica meter la realidad en sus moldes y fusionarlas con su indignación y sentimiento, sin cuestionar racionalmente y corroborar con el resultado de sus prácticas, las posiciones que detentan. Esto nos muestra que estos señores devienen en el dogmatismo que se traduce en la práctica como el peor oportunismo de izquierda, al separar la teoría de su practica, y al despreciar la primera, haciendo hueca e incapaz la segunda, ¿incapaz de que? De mostrar, dirigir y estar con la clase obrera en la ejecución de la tarea mas importante delegada por la humanidad.

No podemos decir que estas organizaciones son la representación de la pasión de jóvenes y la indignación frente a la explotación a nivel mundial, por que la organización y el programa político excluye a la pasión, por que no es posible concebir a la pasión organizada y permanente, y si así lo fuera esto solo seria un puñado de ineptos incapaces para transformar. Podemos decir que detrás de su discurso y sus consignas de pueblo, estas organizaciones y partidos son la representaciones de intereses concretos que para nada tiene que ver con la de clase asalariada, sino con la de la pequeña burguesía en la lucha estéril contra el gran capital, y que arrastra con estas organizaciones a sus trabajadores como carne de cañón, detrás de sus consignas como; “contra el imperialismo yanqui”, “contra los lacayos del imperio yanqui”, “abajo el gobierno imperialista”, “contra el TLC”, pregonan que el Perú al igual que los demás países latinoamericanos son colonias o semicolonias de los países imperialistas; estas y otras son las patrañas que dominan a la vanguardia amplia del proletariado.

Frente a estas posiciones de las más populares y huecas, que lo único que hace es confundir y mantener en la confusión a la clase obrera, como cobijar bajo sus banderas a los oportunistas de izquierda que mas tarde negocian por un cupo en el parlamento burgués, todas las luchas populares que han capitalizado; considero que es necesario mostrar su necesidad objetiva a las que obedece, pues nosotros sabemos que toda concepción política religiosa moral, tiene su fundamento en la realidad material, en premisas materiales las que nosotros abstraemos a través de la imaginación y la que es posible comprobar empíricamente. Dedicaremos toda la atención posible a los trabajos sobre los diversos aspectos que devienen de esta práctica cuestionada.


Camilo Mayta Solis

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